¿Qué es la patata de siembra?

La patata de siembra es aquella que cumple con el Real Decreto 27/2016, de 20 de enero, por el que se aprueba el Reglamento Técnico de Control y Certificación de Patata de Siembra, publicado en el BOE el 30 de enero de 2016. Puede consultarse en el siguiente enlace.

La patata de siembra certificada le da unas garantías fitosanitarias, que la patata no certificada no se las da.

¿Cómo distinguir una patata de siembra?

La patata de siembra debe ir en un envase que indique claramente las palabras “PATATA DE SIEMBRA”. Además, deberá ir acompañado de la correspondiente etiqueta oficial (pasaporte fitosanitario).

Dicha etiqueta debe tener un único cosido, de lo contrario, esto quiere indicar que dicho envase ha sido manipulado y puede que lo que contenga en su interior no sea patata de siembra certificada.

Las etiquetas oficiales que lleva el saco son la garantía del producto y deberá conservarlas hasta finalizar el cultivo.

Consejos para el cultivo de la patata

Para conseguir unos resultados óptimos en el cultivo de la patata es tan importante realizar una buena compra, recepción, conservación y pregerminación de la semilla que debe ir acompañada de una buena preparación del terreno o lecho de siembra.

La patata de siembra es un producto con vida que está en constante evolución, es un producto perecedero que debe ser tratado con todos los cuidados posibles.

La elección de la variedad a sembrar tiene gran importancia y depende de varios factores a tener en cuenta tales como: productividad, precocidad, resistencia a enfermedades o plagas, aptitudes, mercado de venta, capacidad de conservación de dicha variedad, etc.

Hay que tener la máxima precaución en la descarga de la patata de siembra para dañar lo menos posible los tubérculos.

El lugar de almacenamiento de la patata de siembra debe ser un lugar seco para evitar posibles podredumbres, fresco para evitar germinaciones anticipadas, ventilado para evitar asfixia por falta de oxígeno y con luz difusa. Además, el local debe estar limpio y desinfectado, alejado de pesticidas, abonos y patatas de consumo que pudieran estar tratadas con antigerminante. No es conveniente almacenarlas con: manzanas, peras, melocotones o tomates porque pueden inhibir la brotación de las patatas.

 

 

En el momento de la siembra la patata debe estar en un grado de madurez que le permita desarrollarse rápidamente. Una forma de conseguir este rápido desarrollo es favoreciendo un pregerminado de los tubérculos. La longitud de los brotes estará en función de las condiciones del suelo en el momento de la siembra.

El troceado de los tubérculos tiene ventajas como el ahorro de semilla y la reducción o interrupción de la latencia del tubérculo, pero también tiene riesgos como propagación de enfermedades y virosis o el deterioro del trozo de semilla.

Nunca deben hacerse más de dos o tres trozos de un tubérculo, el trozo menor debe tener de 30 a 40 gramos y por lo menos una o dos yemas. Es recomendable añadir un producto cicatrizante que seque el corte. Se recomienda el uso de talco que ayuda a secar y cicatrizar el corte. El tiempo transcurrido entre el troceado y la siembra dependerá de las condiciones del terreno, pudiendo si las condiciones no son propicias llegar hasta 8 o 10 días, siempre y cuando la patata no se amontone después de ser troceada, en caso contrario pudiera producirse una fermentación de la semilla troceada.

Si observa alguna anormalidad en los tubérculos en el momento de abrir los envases, operación que deberá hacer al recibir las patatas, debe comunicar inmediatamente a su vendedor la anomalía detectada.

Las etiquetas oficiales que lleva el saco son la garantía del producto y deberá conservarlas hasta finalizar el cultivo.

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